FE Y MILAGROS: CUCURUCHOS Y VERÓNICAS EN QUITO
- By MarceloToapanta
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Cada Semana Santa, Quito revive una de sus tradiciones religiosas más conmovedoras: la procesión de Jesús del Gran Poder. Miles de devotos visten túnicas moradas y cubren sus rostros como Cucuruchos y Verónicas, en un acto público de penitencia, fe y devoción que recorre el Centro Histórico.
Los Cucuruchos, con sus capuchones y atuendos morados, representan al pecador arrepentido. Esta tradición llegó desde España y simboliza luto y penitencia. "Mientras más largo el capuchón, más pecados se creía que tenía la persona", explica Macarena Gallardo, del grupo organizador.
Este año participan cerca de 2.000 personas, entre fieles registrados y espontáneos. Uno de ellos es Diego Albán, quien lleva 21 años en la procesión. Él atribuye dos milagros a Jesús del Gran Poder: sobrevivir a un tumor cerebral sin secuelas y recuperar su voz tras la cirugía. “Es mi forma de agradecerle”, dice.
También destacan las Verónicas, mujeres que representan a quien, según la tradición cristiana, limpió el rostro de Jesús. Con vestidos oscuros y velos, su presencia añade solemnidad a la procesión. “El traje también significa penitencia y recogimiento”, señala Hilda Leiton, otra voluntaria.
La procesión, con origen colonial, es una de las más grandes de Ecuador. Más allá del fervor religioso, es un acto cultural donde la fe se entrelaza con la historia. Para los participantes, caminar las empedradas calles del casco histórico no es solo tradición, es una promesa cumplida.