La ministra de Energía, Inés Manzano, afirmó este 20 de marzo que el derrame de petróleo en Esmeraldas fue causado por un sabotaje, y no solo por un deslizamiento de tierra. Según informes técnicos y de inteligencia, se identificó una zona donde el SOTE estaba expuesto, lo que facilitaría una intervención intencional.

Manzano también reveló que un empleado de Petroecuador habría abierto un dique de contención sin autorización, lo que agravó la contaminación en el río Viche. Además, aseguró que el sabotaje podría extenderse a Papallacta, una fuente clave de agua para Quito, y a los ríos Rumiyaco, Tiputini y Napo en Orellana.

El derrame afectó a más de 500.000 personas, contaminó cinco ríos y dejó a Esmeraldas en emergencia ambiental. Mientras tanto, Petroecuador ya reinició el bombeo de crudo, aunque las exportaciones siguen limitadas.

Manzano responsabilizó a los alcaldes de Esmeraldas y Quinindé por una supuesta "omisión" en la gestión de la crisis, señalando que su falta de colaboración habría empeorado el impacto del desastre.